El 18 de agosto, los sitiadores intensificaron su escalada de fuego de artiller�a desde la Dehesa de Pinedo al comprobar la resistencia que los alcazare�os lograban bajo la protecci�n de los gruesos muros de la fortaleza.

Su objetivo principal era la destrucci�n de las dependencias a las que causaron graves da�os, lo que oblig� primero al traslado de la panader�a y, a continuaci�n, de la cocina. Despu�s de considerar varias alternativas, decidieron situarlas en los dos rellanos de la escalera principal del patio de armas, colocando la panader�a a la derecha, donde se encontraba ya construido el horno de campa�a, y la cocina a la izquierda.

Al estar el dep�sito de v�veres afecto a la cocina, se decidi� su traslado al gabinete de topograf�a situado en la galer�a oeste del patio. Y como el trigo se moltura en dicho dep�sito, la motocicleta y el molino se trasladaron a la galer�a norte del s�tano de la primera planta.

Para conseguir moler una mayor cantidad diaria de trigo, desde la explanada oriental se subi� hasta este s�tano un peque�o autom�vil. Despu�s de varios ensayos descubrieron que el autom�vil ten�a mayor gasto de gasolina, produc�a muchos gases y no daba el rendimiento deseado, por lo que volvieron a instalar la motocicleta Harley Davidson para este cometido de forma definitiva.

En la orden de ese d�a, por su brillante comportamiento demostrando su valor y serenidad, fueron nombrados como “muy distinguidos”, el cocinero Eugenio Carriscajo y Ezequiel Serrano.

El 1 de septiembre, al ya demolido Alc�zar le llueve un nuevo fuego de la artiller�a de gran calibre que aumenta considerablemente la brecha de la fachada norte, entrando bastantes proyectiles en el patio de armas produciendo grandes desperfectos, principalmente en la escalera principal y en el �ngulo sudoeste.

Teniendo en cuenta que la cocina y el horno de campa�a se encontraban seriamente amenazados, decidieron de nuevo su traslado a una zona m�s segura. Se ubicaron primero en la enfermer�a, situada en el piso principal, pero al no reunir las condiciones necesarias, se instalaron definitivamente en el s�tano de la segunda planta, en la nave izquierda de los almacenes donde se encontraban las caballerizas. All� permanecieron hasta el final del asedio.